Benteveo comiendo sobras

Una de las especies de aves que visitan el jardín para comer es el benteveo (Pitangus sulphuratus), suelen comer las sobras de comida que dejamos para que coman las aves o nuestra mascota, la Chicha, una perra raza callejera de aspecto lobuno que hace ya varios años que adoptamos.
Los benteveos no son fáciles de fotografiar en el jardín, ya que son muy desconfiados, hasta ahora ni siquiera con escondite pude fotografiarlos. Suelen bajar y permanecer poco tiempo, concentrándose  más que nada en la carne aunque no desdeña pan, hortalizas ni fruta.
Este ejemplar bajó a comer unas cebollas cocidas que quedaron de las sobras de un guiso; lo más curioso es que cuando la tomó con el pico la sacudía como si fuera una lombriz o algún pequeño animal que tratara de matar antes de engullirlo. Estuvo unos segundos hasta que al final se comió la cebolla.
Las fotos fueron tomadas detrás de la ventana un húmedo, oscuro y frío día de mayo, de los ya tantos que hemos tenido este lluvioso otoño.

Petrel gigante común (Macronectes giganteus)

FAMILIA PROCELLARIIDAE
Habita todos los mares del hemisferio sur, en nuestro país se lo encuentra en todo su litoral marítimo.
Se alimenta de animales marinos, aves pequeñas que atrapa en tierra  y también de carroña.
Cría en islas o costas, siempre en lugares escarpados para evitar depredadores.
Mide hasta 2,15 metros de envergadura alar.

Pequeñín

Una especie de ave diminuta que habita estas latitudes, que es común pero es difícil de ver por su tamaño y por el ambiente en donde anda que son los montes de especies nativas como el molle, tala y otros arbustos es el piojito común (Serpophaga subcristata).
Como toda avecita de su tamaño es bastante inquieta y suele ir de rama en rama a buen ritmo buscando pequeños insectos y arañas entre las hojas de las plantas. También es bastante recelosos de la presencia humana y  siempre había podido verlos a varios metros de distancia, nunca pude tomarle una foto a unos 3 o 4 metros...hasta este domingo pasado. En horas de la mañana volví a un lugar con talas en la estancia El Rosario, cerca de la compuerta que regula el paso del agua de la laguna de Monte hacia la laguna Las Perdices, por la calle municipal que atraviesa este establecimiento. Allí lo vi y me agaché cerca de unas yuyos altos que crecen en la cuneta al lado de la calle, reproduje su vocalización grabada y vino a observar que pasaba. Por fortuna se presentó casi siempre despejado y pude tomarle estas fotos entre otras.

Juvenil de carancho

Otra serie de fotos tomada a fines de abril en un recorrido por los campos montenses. En esta ocasión muestro  a un carancho (Caracara plancus) juvenil en la copa de un árbol caduco.
Si bien son aves comunes y algo acostumbradas a ver gente no suelen permanecer muy cerca si uno detiene el vehículo a tomar fotos a una distancia cercana. Este estaba a más de 10 metros y por ser juvenil e inexperto quizás permaneció en esas ramas un poco más de tiempo, aunque al final terminó por irse volando.

Aguilucho

Unas fotos que tomé hace unas semanas en un gran recorrido que hice por el campo del cual mostré algunas imágenes hace unos días. Uno de los plumíferos avistados fue un aguilucho (Rupornis magnirostris), más conocidos en libros o guías como taguató, nombre que la gente de mis pagos desconoce, salvo que sea aficionado a las aves; otros nombres comunes de la especie son caranchillo y garganchillo.
Estos no son demasiado colaboradores para la foto, suelen irse enseguida si uno se acerca en vehículo, ni hablar si se anda caminando; los más difíciles son los adultos, las aves juveniles con su inexperiencia por lo general toleran más la presencia humana.
Este especimen adulto se mantuvo tranquilo a 7,5 metros de altura que es  la distancia al suelo del cable preensamblado de baja tensión, pude tomarle varias fotos antes que se fuera volando, estas son las que mejor me salieron.

Día feo, especial para el zorzal

Ya hace unas semanas fotografié algunas aves en mi jardín, ya han visto unas de horneros juntando barro para construir su nido. Pero no fueron las únicas que pude ver y fotografiar, sino una figurita difícil en mi patio el zorzal colorado (Turdus rufiventris) que no abunda mucho en este sector de la ciudad además de ser muy receloso de la presencia humana y de mascotas.
Estos descienden al césped para buscar lombrices, las que suelen salir a la superficie cuando hay mucha humedad en el suelo para evitar ahogarse. Los zorzales tienen un ojo increíble para encontrarlas en lugares que uno no puede ver nada y suelen comer varias en pocos minutos.
Este zorzal no permaneció mucho tiempo, lo bueno es que no sospechó de mi presencia en el escondite hi-tec silla-sábana-cartón que armé ese día (ver aquí).

Tres colas

Una de las dos o quizás tres especies de calandrias que llegan hasta la zona de Monte es la calandria real (Mimus triurus), conocida también como calandria tres colas. A diferencia de la calandria grande y la calandria mora es bastante más arisca, de tamaño ligeramente menor y de silueta un poco más estilizada.
Se destaca en vuelo por sus plumas blanca en las alas y las dos bandas del mismo color en la cola, de ahí el nombre común.
En otra cosa que se diferencia con la calandria grande es que es una especie rural, no se ha adaptado a ámbitos urbanos  ni tanto a los ecosistemas modificados por los humanos, por lo que es más difícil de ver y fotografiar, además de ser mucho más escasa.
Suelo verla en el campo cuando ando recorriendo en el auto las calles de tierra, por lo general se van aunque no muy lejos, cosa que me favorece porque aprendí que suelen ser bastante curiosas si reproduzco una grabación de su especie  y generalmente posarse en árboles, principalmente autóctonos como talas, cina-cinas y molles.
Esta en particular la capté por la zona de Palabra de Vida, cerca de la laguna, cooperó bastante y vino enseguida a cuando la llamé. Estuvo unos minutos en dos árboles, uno a cada lado de la calle, de ahí la diferencia de luz, unas a la sombra del sol de medio día y las otras a pleno sol. Lo curioso es que ese mismo día, unas horas antes y en un sector a varios kilómetros de distancia pude fotografiar otra también de cerca aunque no tanto como esta; esas fotos las subiré muy pronto a mi otro blog: Aves de Argentina 

Choca común (Thamnophilus caerulescens)

FAMILIA THAMNOPHILIDAE
Habita montes y bosques del noreste y norte argentino, en la provincia habita la ribera del Plata. Se la suele ver en parejas o en ocasiones solitaria. presenta dimorfismo sexual.
Se alimenta de insectos, larvas y arácnidos pequeños. Complementa su dieta con pequeños frutos.
Nidifica haciendo una semiesfera colgante con pajitas entre las ramas bajas y horizontales de los árboles; el interior es recubierto por hojas  o plumas. La puesta consta de tres huevos blancos con manchas pardas y grises.
Mide 13 cm.

Macho

Hembra

Pirincho con deformidad en el pico

Hace unas semanas, en los campos cercanos a la localidad de F.A. Berra, pude ver un pirincho (Guira guira) con una deformidad en el pico.
Estaba solitario y se lo veía saludable, al parecer no le afecta mucho el problema en su pico. Por suerte quedó posado en un alambrado un rato largo y pude tomarle varias fotos desde un vehículo.
Se puede ver el pico un individuo sano entrando a ver fotos en la ficha de la especie

Machos de pecho colorado

A fines de abril, como ya adelanté hace unos días en este blog me di una vuelta por el campo y pude avistar 63 especies de las cuales  mostré algunas fotos.
Hoy muestro unos machos de pecho colorado (Sturnella superciliaris), una bonita ave no tan fácil de fotografiar desde un auto aunque hay veces que se comportan bien y colaboran con el fotógrafo.
Me hubiera gustado que estuvieran un poco más cerca pero teniendo en cuenta que son bien silvestres, que permanecieron al lado de una mole motorizada y en marcha me doy por satisfecho.

Cucharas cuchareando

Revolviendo el archivo de mis primeras épocas de observador y fotógrafo de aves encontré una serie de imágenes que les tomé a algunos patos cuchara (Anas platalea) que buscaban alimento "cuchareando" el agua somera a orillas de la laguna de Monte.
En esa época (12 de julio de 2009) sufríamos una severa sequía que había dejado casi toda la zona sin agua solo había en la laguna de Monte y en el río Salado, que tenía su flujo cortado en diversos tramos y algo en la laguna Las Perdices, el resto estaba completamente seco. Por este motivo las aves se acercaron mucho a las zonas urbanizadas y toleraban algo a las personas. Estas fotos fueron tomadas desde el paredón que separa la laguna de la Avenida Juan Manuel de Rosas, justo enfrente de la discoteca New World en San Miguel del Monte, lugar bastante concurrido.
Por suerte para las aves y los observadores fue un año de escasos turistas por la gran bajante y la merma fuerte de la pesca.

Hembras

Macho