Afortunadamente no fallaron los macá grande o huala (Podiceps major), conocido también acá como zambullidor grande. Estos aprovechaban la correntada para pescar sumergiéndose en el agua en el último tramo del arroyo, mientras dos pichones ya crecidos esperaban cerca del puente pero del lado de la laguna.
Estos al ver a sus padres aparecer salían con gran ímpetu detrás de ellos para que los alimenten con peces y los seguían casi hasta el puente y se quedaban esperando nadando allí.
Una situación curiosa que pude ver y captar en imágenes era el avance de los adultos con el cuello estirado hacia adelante y casi al ras del agua.
También los vi defender su lugar de pesca de otro congénere que pasaba hacia la laguna con un pequeño pichon en el lomo, este fue ahuyentado por ambos integrantes de la pareja que estaba buceando en ese lugar.
Luego de varios minutos de verlos capturar algunos pocos peces las aves se fueron tranquilamente a descansar entre un juncal a más de 50 metros.
Otro adulto transportando un pichón pequeño en el lomo |