Este verano debido a la ola de calor y a la falta de lluvia los cuerpos y cursos de agua de gran parte de Argentina menguaron o desaparecieron temporalmente. En la llanura pampeana la fauna local se vio restringida a los escasos humedales que quedaron y una de estas especies que se concentraban en grandes números fue el pato cuchara.
Durante los meses de febrero y enero abundaban por las lagunas del noreste bonaerense cientos de ejemplares de pato cuchara (Platalea ajaja). Solían juntarse en bandadas. Nadaban nadando hacia adelante con el cuello extendido y filtrando la superficie del agua para capturar diminutos organismos con los que se alimentaba. también solían juntarse en grupos más compactos donde capturaban pequeños camarones o pececitos que formaban grandes cardúmenes en aguas someras.
Todavía a comienzos de abril se pueden ver a estos patos en buen número aunque no tanto como en los meses anteriores, aprovechando la disponibilidad de alimento que hay en estas lagunas.
Para alimentarse suelen aprovechar principalmente las horas del alba y el amanecer, descansando o bajando la intensidad del forrajeo a mitad de mañana, mediodía y tarde.