jueves, 29 de agosto de 2013

Perdíz al descubierto

Una especie que suele pasar desapercibida en pleno campo es la que aquí se conoce como perdíz chica, aunque en realidad no tiene nada que ver con las verdaderas perdices que son del orden Galliformes y están emparentadas con las gallinas y los faisanes. Esta especie es conocida en otras partes del país y sobre todo en la guía como inambú común, lejanamente emparentados con los ñandúes.
Suelen ser visibles cuando cruzan las calles de  tierra o las rutas en el campo; al asustarse en vez de volar van corriendo y se ocultan entre los pastos. En muchas ocasiones están visibles  los ojos y ellas permanecen agachadas entre la vegetación confiando en su plumaje críptico; sin embargo si las domina el miedo salen volando con un vuelo bajo y sibilante que se prolonga por una decenas de metros hasta caer generalmente fuera del alcance de la amenaza y desapareciendo entre los pastos donde es casi imposible volver a localizarla por su camuflaje. Tan efectivo es su camuflaje que muchas veces los caminantes quedan sorprendidos por el repentino vuelo y silbido de los inambúes que levantan vuelo subitamente.
En este caso la secuencia de fotos muestra un ejemplar que estaba a orillas de una polvorienta calle rural a fines de junio  y que dudó unos momentos antes de perderse entre los pastos de la cercana localidad de Berra.






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