Un ave que en el campo es muy difícil acercársele pero no así en ciertos lugares urbanos, como la RECS donde uno si va con sumo cuidado puede estar a pocos metros es la cotorra (Myiopsitta monachus) ave típica de las pampas hoy en día debido a su reciente expansión en el siglo XX a causa del auge de la agricultura volviéndose una plaga no solo en nuestro país, su patria de origen sino en diversas partes del mundo donde se la ha introducido y luego naturalizado.
En la reserva se las suele ver despreocupadas obteniendo toda clase de alimentos, desde pastos, semillas, frutos e incluso sobras y migas que dejan los humanos de sus comidas.
Muy bonitas las fotos de esta especie problemática
ResponderEliminarCheers
Sam & Dave
Gracias por pasar y comentar. Estoy ansioso por ver nuevo material
EliminarSaludos
En su día los humanos compartieron con las cotorras su soledad, recibiendo la compañía de estas aves con la gracia de sus gestos y la belleza de su plumaje; a cambio, recibieron libertad y conquistaron nuevos territorios lejos de su lugar de origen. La vida es esto; expansión y supervivencia, ni más ni menos. El que no lo entienda, que se informe mejor.
ResponderEliminarDe especie invasora nada, especie conquistadora por esfuerzo propio.
Las veo en Zaragoza (España) y me encantan sus colores y su estridente canto. Lo siento por los amargados.
Me encantó también verlas en Río de Janeiro. Por cierto, les mandé recuerdos de sus primas de Zaragoza.
Saludos
Es cierto, desde el punto de vista de las cotorras ellas se están expandiendo gracias a la ayuda humana que la lleva a nuevos lugares o les brinda zonas donde se puede alimentar en abundancia. Gracias a la agricultura se ha expandido en partes de Argentina donde antes no existía, llegando a ser un problema serio en los cultivos, he visto hectáreas de maíz o girasol estropeado por estas simpáticas aves; tiene esta doble cara: la de ave agradable pero a la vez destructiva.
EliminarPero esto siempre desde la óptica del ser más destructivo de todos: el ser humano.
Es la primera vez que veo que a alguien le guste la vocalización de las cotorras, no me gustaría estar viviendo cerca de sus nidos comunales! Lo que si es agradable cuando uno la tiene de mascota (una vez rescaté un pichón que se había caído del nido y lo criamos en familia) es cuando comienzan a imitar la voz humana.
Saludos
Hermosas imagenes Hernan de esta vistosa especie que, como indicas, se ha extendido a numerosas partes del mundo. Aquí en España podemos verla ya en muchas ciudades y siguen expandiendose a gran velocidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz semana