Son muy abundantes en la región pampeana aunque no permiten un acercamiento tan fácil, a pesar que en los campos suele haber cierta cantidad de gente y estar acostumbrados al paso de vehículos poco dejan que uno se acerque lo suficiente.
En esta ocasión si bien no están tan cerca eso fue beneficioso porque pude captar la escena completa del cortejo del que presumo es el macho. Durante el cortejo uno de los despliegues que sueln hacer es inclinar la cabeza bien hasta atrás hasta tocar el lomo y reiterarlo varias veces.
Las fotos fueron tomadas una fría y helada mañana de fines de agosto de este año, cerca de la laguna de Monte.
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