El Jardín Botánico de la ciudad de Buenos Aires alberga buena cantidad de plantas, tanto nativas como exóticas, lo que atrae a muchas aves que encuentran refugio en ese espacio verde de la gran urbe. Ente las aves hay varias especies asilvestradas que no son propias de la región, como sucede con muchas especies de psitácidos que son liberados luego del cautiverio o bien se escapan de las jaulas que los mantienen como mascotas. Entre loros y cotorras una que con éxito se ha aclimatado a la ciudad es el chiripepé cabeza verde (Pyrrhura frontalis), propio de las selvas del norte del país.
En el botánico en verano encuentra frutos y no es raro verlos entre las ramas de los árboles. Si bien andan en bandadas no es tan sencillo fotografiarlos por mandar entre las frondosas copas sombrías de los árboles, especialmente en verano cuando fueron tomadas estas fotos.
muy bueno !!
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