En 1931 los cauquenes o avutardas como se las conoce popularmente en la zona bonaerense fueron declaradas plaga en todo el país, fomentándose su caza y la destrucción de nidos y huevos, esto último en la Patagonia que es donde se reproduce. El estatus de conservación del cauquén común y el cauquén real es de vulnerable, pero el que más amenazado está con un estatus nacional de "en peligro crítico" es el cauquén colorado, que se estima quedan solamente 1000 parejas reproductivas en el continente, habiendo una población más numerosa en las Islas Malvinas que no migra, por esa causa a nivel mundial no es una especie amenazada.
En los últimos años la legislación los protege, incluso se declaró al cauquén colorado Monumento Natural, habiendo campañas por algunas entidades como la Fundación Azara y Aves Argentinas que están creando concientización en la población sobre esta problemática. Desde este pasado con ayuda de la Fundación Azara, el Ministerio de Ambiente de la Nación, Gekko-Grupo de Estudiosen Conservación y Manejo de la UNS y el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) se creó el Santuario del Cauquén Colorado en el Establecimiento El Tamarisco, en el partido de San Cayetano.
Gracias a Pablo Petracci que los estudia e hizo una publicación en facebook entré en contacto con Carlos Pardo, el dueño de El Tamarisco para hacer una visita.
El camino fue de casi 500 km, comenzó alas 4:30 A.M. bien pero luego de 50 km ya cerca de General Belgrano comenzó a haber neblina que se puso espesa, en total recorrí unos 200 km en esas condiciones hasta la ciudad de Ayacucho donde la niebla se disipó. Luego el viaje siguió tranquilo por la ruta 29 que tiene poco tránsito; pasé por Napaleofú y a las 8: 10 cuando sale el sol estaba llegando a Lobería. A las 9 hs llegué a Neochea donde cargué combustible; ya me faltaban solo 100 km para llegar a las inmediaciones de Cristiano Muerto que es donde sale un camino de tierra que lleva al Santuario. Ya desda la localidad de Energía pude divisar los primeros cauquenes que eran de los reales o cabeza gris como también se los conoce, pero más lejos que en años anteriores. Llegando a Cristiano Muerto me comuniqué telefónicamente con Carlos que llegó especialmente para atenderme desde su casa en la cercana localidad de Orense.
Me contó que era muy probable que no estuvieran en su campo pero si en la propiedad contigua que era de su primo, que podía ver algunos grupos de cauquenes al comienzo del camino, cosa que en efecto era cierto, había muchos cauquenes reales y algunos cauquenes comunes.
En el centro, echada una hembra de cauquén común |
Llegué a El Tamarisco y justo por detrás mío venía llegando Carlos que me llevó a recorrer la propiedad aunque sin éxito alguno, que al ver esta situación se comunicó con su primo y tuvimos el permiso para recorrer esta otra propiedad. Al llegar los vimos en un rastrojo de girasol, había varios grupos de cauquenes colorados junto a algunos cauquenes reales. Les hice varias fotos a distancia, no nos permitían aproximar demasiado, además no tenía buena visión por los tallos secos de girasol y un ángulo no del todo favorable, pero al menos estaba muy feliz esta vez de verlos en cantidad, las otras dos veces que viajé a la zona para ver cauquenes vi 1 de muy lejos en la primera y entre 2 o 4 en la segunda, en esta ocasión eran al menos decenas.
Dimos las vuelta al potrero donde en una parte estaba pasando un tractor disqueando la tierra, pero solo quedaban pocos cauquenes porque estaban comenzando a irse al ver tanto movimiento.
Halcón plomizo (Falco femoralis) |
Luego de haber dado una vuelta en círculo por el potrero me despedí de Carlos que debía volver a Orense y yo decidí recorrer otra vez el campo para intentar más fotos, pero los cauquenes se habían ido todos a un sector lindero que era casi todo tierra preparada antes de ser sembrada, había una enorme bandada donde había unos 300 cauquenes colorados y muchos cauquenes reales, los conté sacando numerosas fotos al grupo. Primero los observé desde el alambrado, luego lo pasé e ingresé caminando, acercándome solo un poco más, intentando mejorar el ángulo de la luz pero como era muy esperable en un campo raso todas las aves se volaron, regresando al mismo lugar una vez que retrocedí rumbo a mi auto unos cuantos pasos.
Taguató (Rupornis magnirostris) |
Rastrojo de girasol |
Luego de comer algo salí rumbo a Balneario San Cayetano, pasando por la escollera del puerto de Quequén para finalizar la jornada en Lobería donde debía dar una charla de aves ilustrada con fotos de mi autoría, invitado por el COA Lobería, pero todo eso lo contaré en una próxima publicación.
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En busca d elos cauquenes migratorios
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