Hace ya algunas semanas fui a ver si las golondrinas domésticas (Progne chalybea) habían vuelto a nidificar en la parte inferior de la parrilla de unos amigos que está a orillas de la laguna de Monte, llamada Puesta del Sol y no me decepcionaron.
Allí encontré varios nidos debajo de las vigas que sostienen el piso, aprovechando cada hueco para recubrirlo de pastos secos y haciendo agujeros en el telgopor para tener más espacio.
Pude encontrar ya crías juveniles, que se diferencian de los adultos por la comisura amarillenta en el pico. Salen al amanecer y regresan a su sitio de anidación cuando el sol se pone, durante el día la pasan volando a baja y media altura capturando insectos voladores, también bebiendo agua de la laguna en vuelos rasantes. Sus acrobacias en el aire son notables, lo que dificulta sobremanera tomar una foto de ellas en vuelo con un teleobjetivo. Por otra parte cuando me acerqué a su "hogar" eran reticentes a entrar en sus nidos o posarse cerca, solo los juveniles o inmaduros lo hacían durante más tiempo o se posaban en un cable atado debajo de la parrilla.
Seguí sacando fotos hasta que la luz me lo permitió más allá de tener un flash porque sin luz no funciona el autofoco y se complica hacer foco manual por lo que decidí dejar de molestarlas y dejar que descansaran tranquilas.
Vista del ligar que habitan las golondrinas
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