Una de las aves que deseaba ver de nuevo y con buena aproximación es el cludito copetón (Leptasthenura platensis) que habita en lugares donde hay talas (Celtis tala) o molles (Schinus longifolium), siempre buscando activamente entre los nudos de las ramas y el envés de las hojas pequeños insectos y arañas, por lo que lo convierte en un ave no tan fácil de fotografiar.
Lo que he observado es que en otoño e invierno es más fácil de avistar por tener los árboles menos hojas o en ocasiones ninguna; además responden a la reproducción de su vocalización con más probabilidad en la época fría.
Tuve buena fortuna esa tarde despejada pero algo fresca, a poco de llegar una tacuarita azul (Polioptila dumicola) reñía entre las ramas peladas de un árbol con un coludito, hasta que finalmente se separaron, en ese momento reproduje una grabación y el coludito se acercó bastante, al principio varios metros a mi derecha, con luz de lado, pero al final posó enfrente y pude tomarle algunas fotos que me satisficieron bastante aunque no del todo, lo que me motivará a intentarlo en días venideros si el tiempo lo permite.
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