El pasado sábado 8 de junio, luego de darme una vuelta por el cementerio parque por las lechucitas mansas que en él habitan, volví por una calle de campo que da a la costanera de la laguna de Monte, y llegando al puente de la Boca detengo mi auto para buscar un migrante invernal que pude ver en varias ocasiones pero del cual no tengo demasiadas fotos: la remolinera común (Cinclodes fuscus).
Así que me dirigí al puente, busqué la grabación de la vocalización de la especie que tengo grabada en mi teléfono celular, la reproduje para ver si aparecía alguna y en unos segundos apareció desde el otro lado del puente. Reproduje otra vez porque se posó lejos pero me sobrevoló varias veces hasta que se detuvo cerca pero a contraluz. No quise llamarla de nuevo para no asustarla y procedí a tomarle fotos a pesar del contraluz, que no era tan malo ya que estaba en la sombra de unos juncos y recibía algo de luz de rebote de unas rocas que estaban ahí cerca.
El ave quedó tranquila acicalando sus plumas y yo fui gradualmente aproximándome hasta llegar a pocos metros, luego intenté fotografiarla con luz a favor pero sin resultados.
Pero siempre hay revancha, ese mismo día casi sin proponérmelo pude tomar fotos como quería y otras inesperadas, pero eso será para la próxima entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario