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domingo, 2 de febrero de 2014

Paseando con ñandúes

Hace unos días ya, en una estancia del partido de Monte, vi muchos ñandúes (Rhea americana) pastando tranquilamente. Es un lugar donde los humanos no los molestan demasiado y uno en un vehículo puede aproximarse bastante.
Vi ejemplares de varias edades, varios machos acompañaban a las crías, llamadas comúnmente como charos. Los charitos eran particularmente difíciles de ver por las hierbas altas, deambulaban bajo el cuidado de su padre entre pastos y fabáceas florecidas que los tapaban de  la vista de mi cámara, aunque algunos pude retratar semi escondidos.
Son aves magníficas de las cuales disfruto mucho el verlas deambular por los campos de la región; es una pena que sean perseguidas por su carne y plumas. También son afectadas negativamente por la agricultura a gran escala, algunos productores llegan a eliminarlos  porque devoran algunas plantas de los cultivos, una medida totalmente exagerada, que los va llevando lentamente a un declive poblacional. Afortunadamente de a poco en varios establecimientos son protegidos, creo que por razones estéticas y en algunos casos conservacionistas.











2 comentarios:

  1. Es una lastísima que un ave de tanta individualidad e interés sea perseguida así. Vimos sus primos en Patagonia (mucho más pálidos que los "tuyos") y era una de las aves que nos hizo sentirnos más "en otro mundo". Enhorabuena por las fotos tan entrañables, Hernán.

    Cheers
    Sam & Dave

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  2. Es una pena que se los persiga, aunque es entendible si es para utilizarlos como alimento, ya que son muy sabrosos.
    Un abrazo

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