Pude fotografiar varias aves y al volver caminando por la orilla del arroyo para dejar definitivamente el lugar me sobresalto porque detrás de unos pastos salen al agua unos patos barcinos (Anas flavirostris); alcanzo a divisar unos juveniles que se pierden como rayo dentro de la vegetación del otro lado del curso de agua. Sin embargo algunos permanecen y en ese momento pensé que eran unos de los jóvenes que no podían levantar vuelo por lo que parecía esforzarse para volar, pero sin hacerlo, como que no tuviera fuerzas o estuviera lastimado. Estaba muy cerca, unos 4 metros o menos, lo que me sorprendió de sobremanera. Estas son solo algunas fotos:
El otro pato permanecía en el medio del curso de agua, con movimientos similares pero menos enfáticos. Siguieron en esa situación por unos dos minutos, hasta que lentamente fueron nadando debajo del puente de la calle Hernán Pujato.
Macho |
Hembra alejándose |
Una vez que llego al puente, me pongo a observar algunos playeros y a fotografiar una panorámica del lugar, pero de repente veo pasar volando sin ningún problema al casal de patos. Y ahí comprendí todo. Los patos me engañaron para desviar mi atención de sus hijos. Y lo lograron. Lo más curioso es que en ese instante recordé este comportamiento visto en una especie hermana, el pato maicero (Anas georgica), que se hicieron pasar por heridos para desviar la atención de sus crías.
Observando las fotos, espero no equivocarme, deduzco que el ejemplar que más se acercó y más simulaba estar herida era la hembra, el macho era el que permaneció en el medio del agua, unos 2 metros más atrás.
Arroyo El Totoral, visto desde el puente de la calle Pujato Nótese la escasa cantidad de agua y el flujo cortado |
Como te puede llegar a sorprender la naturaleza!
ResponderEliminarSaludos desde Los Toldos
Es verdad, la naturaleza es sorprendente, siempre. Espero algún dia visitar Los Toldos y subir material de allí
ResponderEliminarSaludos